lunes, 17 de mayo de 2010
domingo, 16 de mayo de 2010
CERBERO
El último de los doce trabajos de Heracles fue capturar a Cerbero. Viajó primero a Eleusis para ser iniciado en los misterios eleusinos y aprender así cómo entrar y salir vivo del Hades, y de paso para absolverse a sí mismo de la culpa por haber matado a sus hijos. Encontró la entrada al inframundo en Tanaerum. Atenea y Hermes le ayudaron a traspasar la entrada a la ida y a la vuelta. Gracias a la insistencia de Hermes y a su propio aspecto fiero, Caronte le llevó en su barca a través del Aqueronte.
Mientras estaba en el inframundo, Heracles liberó a Teseo, pero la tierra tembló cuando intentó liberar a Pirítoo, por lo que tuvo que dejarlo atrás. Ambos habían sido encarcelados por Hades, quien los había sujetado mágicamente a un banco cuando intentaron secuestrar a Perséfone. Dicha magia era tan fuerte que cuando Heracles tiró de Teseo para liberarlo, parte de los muslos de éste quedaron pegados al banco, lo que explicaría por qué sus descendientes tenían muslos notablemente delgados.
En algunas versiones, Heracles simplemente pidió permiso a Hades para llevarse a Cerbero, a lo que éste accedió siempre que Heracles no hiciera daño al perro, pero en otras versiones Heracles disparó una flecha a Hades. Tras esto, en algunas versiones Heracles luchó con el perro y lo arrastró fuera del Hades, pasando por la cueva Aquerusia, pero en otras Heracles trató con amabilidad al fiero perro por primera vez, y éste le acompañó afuera dócilmente.
CICLOPE
En la mitología griega, los Cíclopes (en griego Κύκλωψ Kýklops, plural Κύκλωπες Kýklopes, que viene de κύκλος kyklos, ‘rueda’, ‘círculo’ y ὤψ ops, ‘ojo’) eran los miembros de una raza de gigantes con un solo ojo en mitad de la frente.
Los Cíclopes de la primera generación eran hijos de Urano y Gea, y conocidos artesanos y constructores. Eran gigantes con un solo ojo en mitad de la frente y un temperamento horrible. Según Hesíodo eran fuertes, testarudos, y de «bruscas emociones». Eventualmente sus nombres llegaron a ser sinónimo de fuerza y poder, y se usaban para referirse a armas especialmente bien manufacturadas.
Fueron tres: Brontes, Estéropes y Arges (aunque algunas fuentes cambian a Arges por Acmónides o Piracmón). Había también otros cuatro llamados Eurialo, Elatreo, Traquio y Halimedes, que presumiblemente eran hijos de los tres primeros.
Urano temía su fuerza y les encerró en el Tártaro. Más tarde Crono, otro hijo de Urano y Gea, liberó a los Cíclopes, junto con los Hecatónquiros y los Gigantes. Le ayudaron a derrocar y castrar a Urano, pero Crono les volvió a encarcelar en Tártaro, donde permanecieron, guardados por Campe, hasta que Zeus los liberó. Forjaron rayos para que Zeus los usase como arma y le ayudaron en la guerra para derrocar a Crono y a los otros Titanes (Titanomaquia). Los rayos que se convirtieron en el arma predilecta de Zeus fueron forjados por los tres Cíclopes: Arges ponía el brillo, Brontes el trueno, y Estéropes el relámpago.
Esta primera generación de Cíclopes también creó un tridente que producía terremotos para Poseidón, el arco y las flechas de Artemisa, y el casco de invisibilidad que Hades le dio a Perseo en su búsqueda para matar a Medusa. Ayudaron a Hefesto y se dice que construyeron el primer altar, así como las murallas y fortificaciones de Tirinto y Micenas en el Peloponeso, entre otras. Los ruidos que surgían del corazón de los volcanes se atribuían a sus operaciones.
Se cuenta posteriormente que fue Apolo quien mató a los Cíclopes, después de que Zeus matase a su hijo, Asclepio, con un rayo forjado por ellos. Aunque puede suponerse que estos cíclopes eran inmortales, por lo que quizá los cíclopes que Apolo mató fuesen sus hijos.
La segunda generación de Cíclopes fue una primitiva tribu de enormes monstruos de un solo ojo descubierta por Odiseo en una remota isla (en ocasiones identificada con Hesperia). Se decía que estaban estrechamente relacionados con los Gigantes y con una tribu fenicia (los Phaiakai) surgidos de las gotas de sangre que cayeron sobre Gea (la tierra) cuando Urano fue castrado.
Sin embargo, el cíclope más conocido de esta generación era un hijo de Poseidón y la ninfa Toosa llamado Polifemo. Otro de los cíclopes de la segunda generación fue Telemo, un vidente.
CENTAURO
En la mitología griega, los centauros (en griego Κένταυρος Kentauros, ‘matador de toros’, ‘cien fuertes’, plural Κένταυρι Kentauri; en latín Centaurus/Centauri) son una raza de seres con el torso y la cabeza de humano y el cuerpo de caballo. Las versiones femeninas reciben el nombre de centáurides.
Vivían en las montañas de Tesalia y eran hijos de Ixión y Néfele, la nube de lluvia. Alternativamente, se les consideraba hijos de Kentauros (el hijo de Ixión y Néfele) y algunas yeguas magnesias, o de Apolo y Hebe. A veces se cuenta que Ixión planeaba mantener relaciones sexuales con Hera pero Zeus, su esposo, lo evitó moldeando una nube con la forma de Hera. Puesto que Ixión es normalmente considerado el ancestro de los centauros, puede hacerse referencia a ellos poéticamente como Ixiónidas.
Los centauros son muy conocidos por la lucha que mantuvieron con los lápitas, provocada por su intento de raptar a Hipodamía el día de su boda con Pirítoo, rey de los lapitas y también hijo de Ixión. La riña entre estos primos es una metáfora del conflicto entre los bajos instintos y el comportamiento civilizado en la humanidad. Teseo, un héroe y fundador de ciudades que estaba presente, inclinó la balanza del lado del orden correcto de las cosas, y ayudó a Pirítoo. Los centauros huyeron. (Plutarco, Teseo, 30; Ovidio, Las metamorfosis xii. 210; Diodoro Sículo iv. 69, 70.) Escenas de la batalla entre los lápitas y los centauros fueron esculpidas en bajorrelieves en el friso del Partenón, que estaba dedicado a la sabia Atenea.
Como la Titanomaquia, la derrota de los Titanes por los dioses olímpicos, las contiendas con los centauros representan la lucha entre la civilización y el barbarismo.
El personaje general de los centauros es el de seres salvajes, sin leyes ni hospitalidad, esclavos de las pasiones animales. Dos excepciones a esta reglas son Folo y Quirón, que expresaban su «buena» naturaleza, siendo centauros sabios y amables.
Entre los centauros, el tercero con una identidad individual es Neso. El episodio mitológico del centauro Neso raptando a Deyanira, la prometida de Heracles, también proporcionó a Giambologna (1529-1608), un escultor flamenco que trabajó en Italia, espléndidas oportunidades de concebir composiciones con dos formas en violenta interacción. Giambologna realizó varias versiones de Neso raptando a Deyanira, representados por los ejemplos conservados en diversos museos. Sus seguidores, como Adriaen de Vries y Pietro Tacca, continuaron esculpiendo incontables repeticiones del tema. Cuando Albert-Ernest Carrier-Belleuse abordó la misma composición de formas en el siglo XIX, la tituló Rapto de Hipodamía.
En antiguas vasijas pintadas áticas los centauros eran representados como seres humanos de frente, con el cuerpo y las patas traseras de un caballo sujetos a la espalda. Posteriormente, fueron hombres sólo hasta la cintura. La batalla con los lápitas y la aventura de Heracles con Folo (Apolodoro, ii. 5; Diodoro Sículo, iv. li) son temas favoritos del arte griego.
Muchas leyendas sobre los centauros sostienen que son criaturas muy inconstantes, que miran con frecuencia al cielo para determinar sus destinos. Son grandes astrólogos y muy aficionados a la adivinación.
BASILISCO
El basilisco es un animal mitológico en la mitología griega parecido a un reptil.
En el siglo VIII, el basilisco era considerado una serpiente con unos cuernos en la cabeza en forma de corona. De hecho, "basilisco" significa "pequeño rey". Más tarde, en la Edad Media, pasa a ser un gallo con cuatro patas, plumas amarillas, grandes alas espinosas y cola de serpiente, que podía terminar en garfio, cabeza de serpiente o en otra cabeza de gallo. Hay versiones de esta criatura mitológica con ocho patas y escamas en vez de plumas. Plinio el Viejo los describe como una culebrilla de escaso tamaño y pésimo genio ya que "su potente veneno hace marchitarse las plantas y su mirada es tan virulenta que mata a los hombres".
Según recoge Pierre de Beauvais en su Bestiario de 1206, nace a partir de un huevo deforme, puesto por una gallina al llegar éste a la edad de 7 años, incubado por un sapo durante 9 años; por lo tanto al nacer guarda todas las características de sus progenitores, cabeza de gallo, cola de serpiente y cuerpo de sapo. El basilisco vive en el desierto que él mismo crea al romper piedras y quemar el pasto. Esto sucede ya que el Basilisco exhala fuego, seca las plantas y envenena las aguas. Sin embargo su característica más distintiva sería su capacidad de matar con su mirada. De este modo se dice que quien mirara a los ojos de un basilisco, moriría; pero si el Basilisco se veía reflejado en un espejo, se mataba a sí mismo. Algunas leyendas dicen que, así, Alejandro Magno mató a uno. Se decía tambien que un basilisco moría cuando oía el canto de un gallo, que para el era mortal, o se topaba con su principal enemigo, la comadreja.
HARPIAS
Las Harpías eran hijas de Electra y Taumante y hermanas de Iris. Hesíodo las describía en su Teogonía como criaturas de «adorables cabellos».
Fineo, un rey de Tracia, tenía el don de la profecía. Zeus, furioso con él por haber revelado secretos de los dioses del Olimpo contra la voluntad de éstos, le castigó confinándole en una isla con un festín del que no podía comer nada, pues las Harpías siempre robaban la comida de sus manos justo antes de que pudiera tomarla. Este castigo se prolongó hasta la llegada de Jasón y los argonautas, que enviaron a los héroes alados, los Boréadas, Calais y Zetes, tras las Harpías. Éstos lograron espantarlas, pero no las mataron a petición de Iris, quien prometió que Fineo no volvería a ser molestado por ellas. Agradecido por su ayuda, Fineo contó a los Argonautas cómo superar las Simplégades para poder continuar su periplo
HERMES
Hermes, en la mitología griega, mensajero de los dioses, hijo del dios Zeus y de Maya, la hija del titán Atlas. Como especial servidor y correo de Zeus, Hermes tenía un sombrero y sandalias aladas y llevaba un caduceo de oro, o varita mágica, con serpientes enrolladas y alas en la parte superior. Guiaba a las almas de los muertos hacia el submundo y se creía que poseía poderes mágicos sobre el sueño. Hermes era también el dios del comercio, protector de comerciantes y pastores. Como divinidad de los atletas, protegía los gimnasios y los estadios, y se lo consideraba responsable tanto de la buena suerte como de la abundancia. A pesar de sus virtuosas características, también era un peligroso enemigo, embaucador y ladrón. El día de su nacimiento robó el rebaño de su hermano, el dios del sol Apolo, oscureciendo su camino al hacer que la manada anduviera hacia atrás. Al enfrentarse con Apolo, Hermes negó haber robado. Los hermanos acabaron reconciliándose cuando Hermes le dio a Apolo su lira, recién inventada. En el primitivo arte griego, se representaba a Hermes como un hombre maduro y barbado; en el arte clásico, como un joven atlético, desnudo e imberbe como puede comprobarse en el Hermes de Praxíteles, en Olimpia
ARES
Ares, en la mitología griega, dios de la guerra e hijo de Zeus, rey de los dioses, y de su esposa Hera. Los romanos lo identificaban con Marte, también un dios de la guerra. Agresivo y sanguinario, Ares personificaba la brutal naturaleza de la guerra, y era impopular tanto para los dioses como para los seres humanos. Entre las deidades asociadas con Ares estaban su consorte, Afrodita, diosa del amor, y deidades menores como Deimo (temor) y Fobo (terror), que lo acompañaban en batalla. Aunque feroz y belicoso, Ares no era invencible, ni siquiera frente a los mortales.
El culto de Ares, que se creía originario de Tracia, no estaba muy difundido en la antigua Grecia y, donde existía, carecía de significación social o moral. Ares era una deidad ancestral de Tebas y tenía un templo en Atenas, al pie del Areópago o colina de Ares
POSEIDON
Poseidón, en la mitología griega, dios del mar, hijo del titán Cronos y la titánide Rea, y hermano de Zeus y Hades. Poseidón era marido de Anfitrite, una de las nereidas, con quien tuvo un hijo, Tritón. Poseidón, sin embargo, tuvo otros numerosos amores, especialmente con ninfas de los manantiales y las fuentes, y fue padre de varios hijos famosos por su salvajismo y crueldad, entre ellos el gigante Orión y el cíclope Polifemo. Poseidón y la gorgona Medusa fueron los padres de Pegaso, el famoso caballo alado.
Poseidón desempeña un papel importante en numerosos mitos y leyendas griegos. Disputó sin éxito con Atenea, diosa de la sabiduría, por el control de Atenas. Cuando Apolo, dios del sol, y él decidieron ayudar a Laomedonte, rey de Troya, a construir la muralla de la ciudad, éste se negó a pagarles el salario convenido. La venganza de Poseidón contra Troya no tuvo límites. Envió un terrible monstruo marino a que devastara la tierra y, durante la guerra de Troya, se puso de lado de los griegos.
El arte representa a Poseidón como una figura barbada y majestuosa que sostiene un tridente y a menudo aparece acompañado por un delfín, o bien montado en un carro tirado por briosos seres marinos. Cada dos años, los Juegos Ístmicos, en los que había carreras de caballos y de carros, se celebraban en su honor en Corinto. Los romanos identificaban a Poseidón con su dios del mar, Neptuno.
ATENEA
Atenea, una de las diosas más importantes en la mitología griega. En la mitología latina, llegó a identificarse con la diosa Minerva, también conocida como Palas Atenea. Atenea salió ya adulta de la frente del dios Zeus y fue su hija favorita. Él le confió su escudo, adornado con la horrorosa cabeza de la gorgona Medusa, su 'égida' y el rayo, su arma principal. Diosa virgen, recibía el nombre de Parthenos ('la virgen'). En agradecimiento a que Atenea les había regalado el olivo, el pueblo ateniense levantó templos a la diosa, el más importante era el Partenón, situado en la Acrópolis de Atenas.
jueves, 13 de mayo de 2010
HADES
dios de los muertos. Era hijo del titán Cronos y de la titánide Rea y hermano de Zeus y Poseidón. Cuando los tres hermanos se repartieron el universo después de haber derrocado a su padre, Cronos, a Hades le fue concedido el mundo subterráneo. Allí, con su reina, Perséfone, a quien había raptado en el mundo superior, rigió el reino de los muertos. Aunque era un dios feroz y despiadado, al que no aplacaba ni plegaria ni sacrificio, no era maligno. En la mitología romana, se le conocía también como Plutón, señor de los ricos, porque se creía que tanto las cosechas como los metales preciosos provenían de su reino bajo la tierra.
El mundo subterráneo suele ser llamado Hades. Estaba dividido en dos regiones: Erebo, donde los muertos entran en cuanto mueren, y Tártaro, la región más profunda, donde se había encerrado a los titanes. Era un lugar oscuro y funesto, habitado por formas y sombras incorpóreas y custodiado por Cerbero, el perro de tres cabezas y cola de dragón. Siniestros ríos separaban el mundo subterráneo del mundo superior, y el anciano barquero Caronte conducía a las almas de los muertos a través de estas aguas. En alguna parte, en medio de la oscuridad del mundo inferior, estaba situado el palacio de Hades. Se representaba como un sitio de muchas puertas, oscuro y tenebroso, repleto de espectros, situado en medio de campos sombríos y de un paisaje aterrador. En posteriores leyendas se describe el mundo subterráneo como el lugar donde los buenos son recompensados y los malos castigados
AFRODITA
diosa del amor y la belleza, equivalente a la Venus romana. En la Iliada de Homero aparece como la hija de Zeus y Dione, una de sus consortes, pero en leyendas posteriores se la describe brotando de la espuma del mar y su nombre puede traducirse como 'nacida de la espuma'. En la leyenda homérica, Afrodita es la mujer de Hefesto, el feo y cojo dios del fuego. Entre sus amantes figura Ares, dios de la guerra, que en la mitología posterior aparece como su marido. Ella era la rival de Perséfone, reina del mundo subterráneo, por el amor del hermoso joven griego Adonis.
Tal vez la leyenda más famosa sobre Afrodita está relacionada con la guerra de Troya. Eris, la diosa de la discordia, la única diosa no invitada a la boda del rey Peleo y de la nereida Tetis, arrojó resentida a la sala del banquete una manzana de oro destinada "a la más hermosa". Cuando Zeus se negó a elegir entre Hera, Atenea y Afrodita, las tres diosas que aspiraban a la manzana, ellas le pidieron a Paris, príncipe de Troya, que diese su fallo. Todas intentaron sobornarlo: Hera le ofreció ser un poderoso gobernante; Atenea, que alcanzaría una gran fama militar, y Afrodita, que obtendría a la mujer más hermosa del mundo. Paris seleccionó a Afrodita como la más bella, y como recompensa eligió a Helena de Troya, la mujer del rey griego Menelao. El rapto de Helena por Paris condujo a la guerra de Troya.
APOLO
hijo del dios Zeus y de Leto, hija de un titán. Era también llamado Délico, de Delos, la isla de su nacimiento, y Pitio, por haber matado a Pitón, la legendaria serpiente que guardaba un santuario en las montañas del Parnaso. En la leyenda homérica, Apolo era sobre todo el dios de la profecía. Su oráculo más importante estaba en Delfos, el sitio de su victoria sobre Pitón. Solía otorgar el don de la profecía a aquellos mortales a los que amaba, como a la princesa troyana Casandra.
Apolo era un músico dotado, que deleitaba a los dioses tocando la lira. Era también un arquero diestro y un atleta veloz, acreditado por haber sido el primer vencedor en los juegos olímpicos. Su hermana gemela, Ártemis, era la guardiana de las muchachas, mientras que Apolo protegía de modo especial a los muchachos. También era el dios de la agricultura y de la ganadería, de la luz y de la verdad, y enseñó a los humanos el arte de la medicina.
Algunos relatos pintan a Apolo como despiadado y cruel. Según la Iliada de Homero, Apolo respondió a las oraciones del sacerdote Crises para obtener la liberación de su hija del general griego Agamenón arrojando flechas ardientes y cargadas de pestilencia en el ejército griego. También raptó y violó a la joven princesa ateniense Creusa, a quien abandonó junto con el hijo nacido de su unión. Tal vez a causa de su belleza física, Apolo era representado en la iconografía artística antigua con mayor frecuencia que cualquier otra deidad.
ÁRTEMIS
Ártemis o Artemisa (mitología), en la mitología griega, una de las principales diosas, equivalente de la diosa romana Diana. Era hija del dios Zeus y de Leto y hermana gemela del dios Apolo. Era la rectora de los dioses y diosas de la caza y de los animales salvajes, especialmente los osos, Ártemis era también la diosa del parto, de la naturaleza y de las cosechas. Como diosa de la luna, se la identificaba a veces con la diosa Selene y con Hécate.
Aunque tradicionalmente amiga y protectora de la juventud, especialmente de las muchachas, Ártemis impidió que los griegos zarparan de Troya durante la guerra de Troya mientras no le ofrecieran el sacrificio de una doncella. Según algunos relatos, justo antes del sacrificio ella rescató a la víctima, Ifigenia. Como Apolo, Ártemis iba armada con arco y flechas, armas con que a menudo castigaba a los mortales que la ofendían. En otras leyendas, es alabada por proporcionar una muerte dulce y plácida a las muchachas jóvenes que mueren durante el parto.
HEFESTO
Hefesto, en la mitología griega, dios del fuego y de la metalurgia, hijo del dios Zeus y de la diosa Hera o, en algunos relatos, sólo hijo de Hera. A diferencia de los demás dioses, Hefesto era cojo y desgarbado. Poco después de nacer lo echaron del Olimpo: según algunas leyendas, lo echó la misma Hera, quien lo rechazaba por su deformidad; según otras, fue Zeus, porque Hefesto se había aliado con Hera contra él. En la mayoría de las leyendas, sin embargo, volvió a ser honrado en el Olimpo y se casó con Afrodita, diosa del amor, o con Áglae, una de las tres gracias. Era el artesano de los dioses y les fabricaba armaduras, armas y joyas. Se creía que su taller estaba bajo el monte Etna, volcán siciliano. A menudo se identifica a Hefesto con el dios romano del fuego, Vulcano. La Fragua de Vulcano es el cuadro en el que Velázquez da su visión sobre los dioses transformándolos en campesinos o artesanos humanos
HERA
Hera es en la mitología griega, reina de los dioses, hija de los titanes Cronos y Rea, hermana y mujer del dios Zeus. Hera era la diosa del matrimonio y la protectora de las mujeres casadas. Era madre de Ares, dios de la guerra, de Hefesto, dios del fuego, de Hebe, diosa de la juventud, y de Ilitía, diosa del alumbramiento. Mujer celosa, Hera perseguía a menudo a las amantes y a los hijos de Zeus. Nunca olvidó una injuria y se la conocía por su naturaleza vengativa. Irritada con el príncipe troyano Paris por haber preferido a Afrodita, diosa del amor, antes que a ella, Hera ayudó a los griegos en la guerra de Troya y no se apaciguó hasta que Troya quedó destruida. Se suele identificar a Hera con la diosa romana Juno
Hefesto, en la mitología griega, dios del fuego y de la metalurgia, hijo del dios Zeus y de la diosa Hera o, en algunos relatos, sólo hijo de Hera. A diferencia de los demás dioses, Hefesto era cojo y desgarbado. Poco después de nacer lo echaron del Olimpo: según algunas leyendas, lo echó la misma Hera, quien lo rechazaba por su deformidad; según otras, fue Zeus, porque Hefesto se había aliado con Hera contra él. En la mayoría de las leyendas, sin embargo, volvió a ser honrado en el Olimpo y se casó con Afrodita, diosa del amor, o con Áglae, una de las tres gracias. Era el artesano de los dioses y les fabricaba armaduras, armas y joyas. Se creía que su taller estaba bajo el monte Etna, volcán siciliano. A menudo se identifica a Hefesto con el dios romano del fuego, Vulcano. La Fragua de Vulcano es el cuadro en el que Velázquez da su visión sobre los dioses transformándolos en campesinos o artesanos humanos
lunes, 10 de mayo de 2010
ZEUS
En esta entrada veremos a zeus
Zeus es en la mitología griega, dios del cielo y soberano de los dioses olímpicos. Zeus corresponde al dios romano Júpiter.
Según Homero, se consideraba a Zeus padre de los dioses y de los mortales. No fue el creador de los dioses y de los hombres; era su padre, en el sentido de protector y soberano tanto de la familia olímpica como de la raza humana. Señor del cielo, dios de la lluvia y acumulador de nubes blandía el terrible rayo. Su arma principal era la égida, su ave, el águila, su árbol, el roble. Zeus presidía a los dioses en el monte Olimpo, en Tesalia. Sus principales templos estaban en Dódona, en el Epiro, la tierra de los robles y del templo más antiguo, famoso por su oráculo, y en Olimpia, donde se celebraban los juegos olímpicos en su honor cada cuatro años. Los juegos de Nemea, al noroeste de Argos, también estaban dedicados a Zeus.
Zeus era el hijo menor del titán Cronos y de la titánida Rea y hermano de las divinidades Poseidón, Hades, Hestia, Deméter y Hera. De acuerdo con uno de los mitos antiguos sobre el nacimiento de Zeus, Cronos, temiendo ser destronado por uno de sus hijos, los devoraba cuando nacían. Al nacer Zeus, Rea envolvió una piedra con pañales para engañar a Cronos y ocultó al dios niño en Creta, donde se alimentó con la leche de la cabra Amaltea y lo criaron unas ninfas. Cuando Zeus llegó a la madurez, obligó a Cronos a vomitar a los otros hijos, que estaban deseosos de vengarse de su padre. Durante la guerra que sobrevino, los titanes lucharon del lado de Cronos, pero Zeus y los demás dioses lograron la victoria y los titanes fueron enviados a los abismos del Tártaro. A partir de ese momento, Zeus gobernó el cielo, y sus hermanos Poseidón y Hades recibieron el poder sobre el mar y el submundo, respectivamente. Los tres gobernaron en común la tierra.
En la obra del poeta griego Homero, Zeus aparece representado de dos maneras muy diferentes: como dios de la justicia y la clemencia y como responsable del castigo a la maldad. Casado con su hermana Hera, es padre de Ares, dios de la guerra; de Hebe, diosa de la juventud; de Hefesto, dios del fuego, y de Ilitía, diosa del parto. Al mismo tiempo, se describen las aventuras amorosas de Zeus, sin distinción de sexo (Ganimedes), y los recursos de que se sirve para ocultarlas a su esposa Hera.
En la mitología antigua son numerosas sus relaciones con diosas y mujeres mortales, de quienes ha obtenido descendencia. También sus metamorfosis en diversos animales para sorprender a sus víctimas, como su transformación en toro para raptar a Europa (véase Los toros y la mitología). En leyendas posteriores, en las que se introducen otros valores morales, se pretende mostrar al padre de los dioses a salvo de esta imagen libertina y lasciva. Sus amoríos con mortales se explican a veces por el deseo de los antiguos griegos de vanagloriarse de su linaje divino.
En la escultura, se representa a Zeus como una figura barbada y de apariencia regia. La más famosa de todas fue la colosal estatua de marfil y oro, del escultor Fidias, que se encontraba en Olimpia.
mitologia griega
La Mitología griega son creencias y observancias rituales de los antiguos griegos, cuya civilización se fue configurando hacia el año 2000 a.C. Consiste principalmente en un cuerpo de diversas historias y leyendas sobre una gran variedad de dioses. La mitología griega se desarrolló plenamente alrededor del año 700 a.C. Por esa fecha aparecieron tres colecciones clásicas de mitos: la Teogonía del poeta Hesíodo y la Iliada y la Odisea del poeta Homero.
La mitología griega tiene varios rasgos distintivos. Los dioses griegos se parecen exteriormente a los seres humanos y revelan también sentimientos humanos. A diferencia de otras religiones antiguas como el hinduismo o el judaísmo, la mitología griega no incluye revelaciones especiales o enseñanzas espirituales. Prácticas y creencias también varían ampliamente, sin una estructura formal — como una institución religiosa de gobierno — ni un código escrito, como un libro sagrado.
Principales dioses
Los griegos creían que los dioses habían elegido el monte Olimpo, en una región de Grecia llamada Tesalia, como su residencia. En el Olimpo, los dioses formaban una sociedad organizada en términos de autoridad y poderes, se movían con total libertad y formaban tres grupos que controlaban sendos poderes: el cielo o firmamento, el mar y la tierra.
Los doce dioses principales, habitualmente llamados Olímpicos, eran Zeus, Hera, Hefesto, Atenea, Apolo, Artemisa, Ares, Afrodita, Hestia, Hermes, Deméter y Poseidón.
La mitología griega tiene varios rasgos distintivos. Los dioses griegos se parecen exteriormente a los seres humanos y revelan también sentimientos humanos. A diferencia de otras religiones antiguas como el hinduismo o el judaísmo, la mitología griega no incluye revelaciones especiales o enseñanzas espirituales. Prácticas y creencias también varían ampliamente, sin una estructura formal — como una institución religiosa de gobierno — ni un código escrito, como un libro sagrado.
Principales dioses
Los griegos creían que los dioses habían elegido el monte Olimpo, en una región de Grecia llamada Tesalia, como su residencia. En el Olimpo, los dioses formaban una sociedad organizada en términos de autoridad y poderes, se movían con total libertad y formaban tres grupos que controlaban sendos poderes: el cielo o firmamento, el mar y la tierra.
Los doce dioses principales, habitualmente llamados Olímpicos, eran Zeus, Hera, Hefesto, Atenea, Apolo, Artemisa, Ares, Afrodita, Hestia, Hermes, Deméter y Poseidón.
Arte griego
El arte griego se caracterizó por la representación naturalista de la figura humana, no sólo en el aspecto formal, sino también en la manera de expresar el movimiento y las emociones. El cuerpo humano, tanto en las representaciones de dioses como en las de seres humanos, se convirtió así en el motivo fundamental del arte griego, asociado a los mitos, la literatura y la vida cotidiana.
Se conservan pocos ejemplos intactos o en su estado original de la arquitectura y escultura monumental, y en el ámbito pictórico no se conocen grandes ciclos decorativos. Sin embargo, se conservan importantes piezas de cerámica, monedas, joyas y gemas que, junto con las pinturas funerarias etruscas, nos ofrecen algunas pistas sobre las características del arte griego. Estos restos se complementan con relatos extraídos de fuentes literarias. Algunos viajeros, como el romano Plinio el Viejo o el historiador y geógrafo griego Pausanias, vieron in situ muchos de los objetos artísticos que se conservan hoy día deteriorados o en mal estado, y sus relatos ofrecen una valiosa información acerca de algunos artistas y sus principales obras.
La función principal de la arquitectura, la pintura y la escultura monumental hasta aproximadamente el año 320 a.C., fue de carácter público, ocupándose de asuntos religiosos y de la conmemoración de los acontecimientos civiles más importantes, como las competiciones atléticas. Los ciudadanos sólo utilizaron las artes plásticas para la decoración de sus tumbas. Sin embargo, las artes decorativas se dedicaron sobre todo a la producción de objetos de uso privado. El ajuar doméstico contenía un gran número de vasijas de terracota pintadas, con elegantes acabados, y las familias más ricas eran propietarias de vasijas de bronce y espejos. Muchos objetos realizados en terracota y bronce incorporaron pequeñas figurillas y bajorrelieves.
Los arquitectos griegos construyeron la mayoría de sus edificios en mármol o piedra caliza, y utilizaban la madera y las tejas para las techumbres. Los escultores labraron el mármol y la caliza, modelaron la arcilla y fundieron sus obras en bronce. Las grandes estatuas votivas se forjaban con planchas de este metal o se recubrían de láminas de oro y marfil que se aplicaba sobre una estructura interna de madera. Algunas veces se realizaban por separado las cabezas o los brazos extendidos, que posteriormente se unían al torso. La escultura en piedra y en arcilla se pintaba total o parcialmente con pigmentos brillantes. Los artistas griegos empleaban colores al agua para pintar grandes murales o decorar vasijas. Los ceramistas modelaban las piezas en tornos de alfarero y cuando se secaban las pulían, pintaban y cocían.
El arte griego se divide normalmente en periodos artísticos que reflejan sus cambios estilísticos. (C. 1100 a.C.-650 a.C.); 2) periodo arcaico (c. 660 a.C.-475 a.C.); 3) periodo clásico (c. 475 a.C.-323 a.C.); 4) periodo helenístico (c. 323 a.C.-31 a.C.).
origenes de la civilizacion
Los orígenes de la civilización griega estarían en la isla de Creta, al sureste del Peloponeso, a partir del 2100 a. C. aproximadamente, donde se desarrolla la civilización Minoica, nombre tomado del legendario Rey Minos, que se asocia a la leyenda del Laberinto y el Minotauro. Los Aqueos, pueblo guerrero invade y somete por las armas a los cretences y luego extienden su dominio a la península del Peloponeso, pero lentamente se transculturizan y adoptan la cultura helénica, es el tiempo de los Reyes Guerreros, hechos hermosamente relatados por Homero, en la Ilíada y la Odisea, como por ejemplo: la guerra de Troya.
Luego otros pueblos invaden la península de los Balcanes, ocupando diversos territorios de Grecia y Asia Menor, siendo los principales los eolios, los jonios y los dorios.
Entre los siglos VIII y V a.C. la Península de los Balcanes se hace insuficiente para contener y alimentar a la creciente población helénica, por lo que comienza la migración y el poblamiento paulatino de todas las costas del mar mediterráneo. Debido a su gran preparación los griegos influyen enormemente en los pueblos vecinos quienes empiezan a transculturizarse utilizando elementos de la cultura griega.
Es así como las antiguas polis pasan a convertirse en Metrópolis (Ciudad Madre) de las nuevas polis, pero estas no tienen ningún tipo de dependencia a no ser de carácter afectivo o que realizan comercio mutuamente.
La región hoy día llamada Grecia no parece haber sido en la antigüedad habitada de un modo estable; por el contrario, eran en ella frecuentes las migraciones, y sus habitantes abandonaban sin dificultad el territorio bajo el impulso de inmigrantes cada vez más numerosos: no existía el comercio, no había seguridad ni en las comunicaciones terrestres ni marítimas; cada tribu trabajaba sus propios campos sólo para subsistir; no disponían de dinero ni cultivaban la tierra, porque nunca sabían si caería sobre ellos un invasor que, al estar sin la protección de unas murallas, se los arrebataría todo; la seguridad de que en cualquier otra gente podrían hallar el alimento necesario para cada día, unido a las demás circunstancias, fomentaba en ellos una constante emigración, y por este mismo hecho no se distinguían ni por la importancia de sus ciudades ni por cualquier otro signo de poder.
Luego otros pueblos invaden la península de los Balcanes, ocupando diversos territorios de Grecia y Asia Menor, siendo los principales los eolios, los jonios y los dorios.
Entre los siglos VIII y V a.C. la Península de los Balcanes se hace insuficiente para contener y alimentar a la creciente población helénica, por lo que comienza la migración y el poblamiento paulatino de todas las costas del mar mediterráneo. Debido a su gran preparación los griegos influyen enormemente en los pueblos vecinos quienes empiezan a transculturizarse utilizando elementos de la cultura griega.
Es así como las antiguas polis pasan a convertirse en Metrópolis (Ciudad Madre) de las nuevas polis, pero estas no tienen ningún tipo de dependencia a no ser de carácter afectivo o que realizan comercio mutuamente.
La región hoy día llamada Grecia no parece haber sido en la antigüedad habitada de un modo estable; por el contrario, eran en ella frecuentes las migraciones, y sus habitantes abandonaban sin dificultad el territorio bajo el impulso de inmigrantes cada vez más numerosos: no existía el comercio, no había seguridad ni en las comunicaciones terrestres ni marítimas; cada tribu trabajaba sus propios campos sólo para subsistir; no disponían de dinero ni cultivaban la tierra, porque nunca sabían si caería sobre ellos un invasor que, al estar sin la protección de unas murallas, se los arrebataría todo; la seguridad de que en cualquier otra gente podrían hallar el alimento necesario para cada día, unido a las demás circunstancias, fomentaba en ellos una constante emigración, y por este mismo hecho no se distinguían ni por la importancia de sus ciudades ni por cualquier otro signo de poder.
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